Hoy
me gustaría escribir en clave de fondo. “Clave de fondo” es el nombre del
programa que el periodista y escritor Xuan Bello presenta cada semana en la
televisión del Principado de Asturias. A los que amamos el culto y la cultura
nada nos duele tanto como su separación, al parecer, inevitable. Por eso,
cuando rastreamos las raíces del culto, extendidas y adheridas como las de un
árbol viejo bajo las manifestaciones de la cultura, sentimos una profunda
nostalgia. La nostalgia de un mundo que, si vive escondido en nuestra
imaginación, es porque vivió antes a la vista de todos. El olvido ha sepultado
a los que lo vieron pero no ha conseguido sepultarnos todavía a los que, sin haberlo visto, lo añoramos.
Bello
te abre su casa y te invita a entrar en ella. Algo tiene su hogar de templo
cristiano porque, como éste y a diferencia de los templos paganos, está abierto
a todos. Y no faltan, por cierto, en casa de Bello, en su hogar-estudio
televisivo, elementos que en los templos han hallado siempre su natural cobijo:
velas con llama, libros sin número y hasta un caballo de cartón viejo que bien
hubiera podido ser exvoto después que juguete o un gato que se desliza en
silencio entre él y nosotros.
Y, como no hay templo sin sacerdote, Bello oficia como solo él sabe hacerlo. Empieza por abrir sus labios a una palabra ungida, dicha casi en silencio, y abre así el cielo de las grandes preguntas, las de la vida entera. Entonces, el entrevistado responde como quien no sabe, acaso, el riesgo que corre: decir más de lo que a decir venía. ¡Ay si los sacerdotes fueran poetas como Bello! Dirían la misa en clave de fondo y saldrían del templo, confesados y nuevos por dentro. Enhorabuena, Bello.
LA PALABRA ES COMO
HABLA DE BODAD,
Y LIBERTAD.
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