Virgen de la manzana- del siglo XV- Abadiia de Santo Domingo de Silos Virgen de la sonrisa |
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esta abadía una imagen gótica de la Virgen, venerada desde antiguo como “la
Virgen de la manzana”. Podría haber sido “la Virgen de la sonrisa” pues la suya
es una sonrisa dulce y tibia, rendida por entero al Niño mientras los demás,
que la necesitamos para ser adultos, la espiamos a distancia con devoción o
admiración furtivas. Cuando, acabado el oficio nocturno, cruzaba yo últimamente
la estancia que ella presidía, no sabía a dónde mirar, si a la Señora o al
monje que, en aquel momento, levantaba sus ojos hacia los de ella en silencio.
Una mirada siempre es el reflejo de otra en el espejo del corazón. Tanto amor
hay en el que mira como en el que se siente mirado con amor. Un día, la imagen
dejó su hornacina y fue trasladada al museo. Allí, tras un cristal, los ojos de
todos podrían contemplarla. Unos como una bella obra de arte. Otros como
expresión de la piedad más acendrada. Pero ni entre éstos ni entre aquellos se
encontraría ya el monje que había levantado sus ojos cada noche hacia los de
ella. Sucedió, sin embargo, tiempo más tarde que otro monje tomó entre sus
manos la gubia y de una vieja madera talló nueva imagen, una virgen románica. Y
la dejó manca, como su modelo, al que la incuria de los tiempos había despojado
de uno de sus brazos. Entonces el monje al que cada noche encontraba yo en el
mismo sitio volvió a él. Volvió a levantar sus ojos en silencio. En el museo se
había quedado la virgen de la sonrisa. Todos podrían contemplarla tras un
cristal rígido y transparente, como el material del que están hechas las ideas
inmutables. Pero nadie habría ya de espiar su mirada. Ni habría nadie tampoco que,
al pasar, espiase la mirada del que mira.
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